Llega el invierno. Igual que el último soldado heroico de un ejército vencido, seguirás en tu puesto, la cabeza descubierta al primer copo de nieve. Hasta que al fin venga un vecino y grite: “Estás más loco que este tiempo, Charlie”.
Quizás no sea del todo acertado el orden de la tríada del título, pero son los componentes básicos de la travesía de la crisis. No le corresponde a la sangre ser líder, será la última, pero llegará.